Autoconsumo Solar Fotovoltaico

Cada día el autoconsumo fotovoltaico se encuentra más presente en nuestro país gracias a empresas y hogares que deciden pasarse a la energía solar. 

¿Qué tipo de Autoconsumo Fotovoltaico te interesa?

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Pasarte a la energía solar es mira hacia delante. Apuesta por energía verde y 100% sostenible con el medio ambiente. Gana en ahorro y compromiso social.
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Aprovéchate de las subvenciones y disfruta de la producción de energía casi ininterrumpida durante todo el año y no dependas más de las eléctricas.

Pero, ¿Qué es el autoconsumo y cuáles son las claves de su éxito? A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el autoconsumo para que empieces a ahorrar en tu factura de la luz.

¿Qué es el autoconsumo fotovoltaico?

El autoconsumo fotovoltaico hace referencia a la producción de electricidad a través de paneles solares fotovoltaicos para el consumo propio. Esta práctica se puede realizar en hogares, empresas, fábricas… siempre y cuando el consumo sea para las mismas.

Aprovechar la energía solar es mirar hacia delante y apostar por una energía verde y 100% renovable manteniendo con responsabilidad y respeto el ecosistema del planeta.

Además, España es uno de los países con más horas de sol al día, por lo que con esta instalación puedes tener una producción de energía casi ininterrumpida durante todo el año.

¿Cómo funciona el autoconsumo eléctrico y qué tipos hay?

La decisión de instalar placas solares es cada vez más común en empresas e industrias, ya que esta es, a día de hoy, la mejor herramienta para ahorrar en tu factura de la luz a la vez que minimizas tu impacto ambiental y reduces tu huella de carbono. 

La forma en la que funcionan las instalaciones fotovoltaicas puede resultar compleja, pero una vez entiendes en qué consiste y su funcionamiento, puedes ver que una de sus principales ventajas es su sencillez.

Para poder entender mejor el autoconsumo fotovoltaico, es necesario explicar qué tipos hay.

Tipos de autoconsumo fotovoltaico

Existen varios tipos de autoconsumo fotovoltaico, dependiendo de la ubicación donde esté instalado el sistema o de si se encuentra conectado a la red eléctrica o no.

1. Residencial conectado o aislado

El autoconsumo residencial puede estar conectado a la red o desconectado (aislado). 

En el caso del autoconsumo residencial conectado, la instalación cuenta con dos conexiones: una a la red de distribución, que pertenecerá a una comercializadora eléctrica, y otra al sistema eléctrico de la vivienda.

En cambio, el autoconsumo residencial aislado no se encuentra conectado a ninguna red de distribución. Por lo tanto, si no tiene batería o almacenamiento de energía, la vivienda no tendrá energía eléctrica.

En este segundo caso, la batería puede no ser suficiente y deberá contar con un generador eléctrico, lo que supone una mayor inversión y un mayor riesgo de quedarse sin electricidad.

En cuánto a los excedentes de energía producidos en ambas situaciones, si se cuenta con un autoconsumo conectado, la energía se puede verter a la red y obtener una compensación por los excedentes. En cambio, si la instalación es aislada, la energía se puede almacenar en la batería y se puede disponer de ella en cualquier momento. 

2. Autoconsumo individual o compartido

Las instalaciones de autoconsumo residencial no sólo son de uso individual, sino que también puede darse el caso de que sean para un uso compartido.

El autoconsumo compartido, como indica su nombre, se da cuando en una misma instalación están conectadas varias viviendas o una comunidad de vecinos. Este tipo de instalaciones no son tan comunes como las individuales, ya que medir el consumo de cada vivienda es algo más complicado.

En las comunidades de vecinos donde se encuentra una instalación de este tipo, se suele utilizar para las zonas comunes como son los pasillos, garajes o instalaciones comunes como la piscina. 

3. Autoconsumo industrial o para empresas

El autoconsumo industrial o para empresas permite a cualquier organización producir y consumir su propia electricidad instalando en su local o nave industrial paneles solares fotovoltaicos.

Esta opción es cada vez más recurrente en las empresas y fábricas, ya que supone un ahorro en la factura de la luz y una menor dependencia de los cambios de precio de la electricidad, ya que una gran parte del consumo eléctrico se cubre con la energía generada por el sistema de autoconsumo instalado.

Este tipo de instalaciones se diferencia de las residenciales principalmente por el tamaño, que suele ser muy superior, el consumo energético y las horas en las que se consume la energía, que suele ser sólo durante el día. 

¿Qué subvenciones hay para el autoconsumo fotovoltaico?

Actualmente tanto Europa como España tienen por objetivo pasar a una energía completamente verde y 100% limpia, y el autoconsumo es un elemento clave para fomentar esta transición energética.

Para impulsar el autoconsumo fotovoltaico, existen distintos tipos de ayudas y subvenciones para placas solares:

1. Las bonificaciones del IBI, ICIO e IAE

Las bonificaciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras y el Impuesto sobre Actividades Económicas se bonifican a nivel de cada ciudad, y por tanto, cada ayuntamiento es el que establece y ofrece este tipo de ayudas.

Dependiendo de la administración local, en el IBI puede llegar a ser del 25%; en el ICIO, hasta 95% de la obra realizada, y en el IAE de hasta el 50% de la cuota correspondiente.

2. Deducciones del IRPF

Las deducciones se pueden pedir en el momento en el que se haga la declaración de la renta y, dependiendo de cada comunidad autónoma, estas tendrán unas condiciones y cuantías diferentes.

3. Ayudas autonómicas y estatales

Las empresas que opten por el autoconsumo de energía solar fotovoltaica pueden solicitar ayudas a través de las CCAA que van desde el 15% de las grandes empresas, hasta el 35% de una PYME. Estas ayudas son limitadas y están sujetas a diferentes convocatorias.

Cómo funciona la compensación de excedentes

Además de las ayudas para el autoconsumo, la compensación de excedentes también es un aspecto clave en la rentabilidad de instalar placas solares.

La compensación de excedentes consiste en obtener un pequeño beneficio por la energía generada con la instalación de autoconsumo y que no se consume al instante, por lo que se vierte a la red.

Las eléctricas compensan los kWh vertidos a la red eléctrica hasta que la parte variable de la factura llegue a 0. A partir de ahí, la energía se vierte de manera gratuita.

Beneficios de pasarse al autoconsumo fotovoltaico para empresas

A causa de los continuos aumentos en el precio de la electricidad y la mayor concienciación social respecto a las energías renovables y la protección del medio ambiente, pasarse al autoconsumo es una decisión cada vez más frecuente en empresas, que quieren optar a todos los beneficios que ofrece esta nueva forma de producir y consumir la energía. 

Algunos de los principales beneficios de estas instalaciones son:

1. Ahorro en tu factura de la luz

Es un hecho que la instalación de placas solares tiene una repercusión directa en tu factura, ya que el autoabastecimiento protege a tu empresa de futuras subidas en el precio de luz.

En la mayoría de las empresas, el consumo eléctrico se concentra durante las horas centrales del día, por lo que el ahorro se maximiza, pudiendo llegar hasta el 70% en el consumo eléctrico.

Teniendo en cuenta que la vida útil de una instalación fotovoltaica es de 35 años, la rentabilidad de un proyecto de autoconsumo en una empresa es, a escala general, muy elevada. 

2. Aumento de la competitividad

Al reducir los costes en energía, las empresas pueden destinar ese dinero a otros departamentos o cuestiones de índole que potencien la posición de esta en el mercado.

También pueden ofrecer a los clientes unos precios más competitivos en sus productos y servicios, añadiendo un mayor valor diferencial.

3. Mayor compromiso con el medio ambiente

Generando tu propia energía verde contribuyes a reducir las emisiones de CO2 y frenar de esta manera el cambio climático. 

Apostar por la energía solar aumenta la responsabilidad social corporativa y mejora la imagen de marca de manera considerable.